lunes, 5 de mayo de 2008

POLITICAS NEOLIBERALES


POLITICAS NEOLIBERALES

El término neoliberalismo es un
neologismo que hace referencia a una doctrina económica y política que considera contraproducente el intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio y el crecimiento económicos. Es usado con el fin de agrupar a un conjunto de ideologías y teorías económicas que defienden, según sus defensores, los intereses particulares de cada individuo y según sus críticos, los intereses de los grandes grupos económicos.

Origen y uso actual del término

El llamado neoliberalismo en buena medida, fruto del trabajo teórico de economistas de la
Escuela de Chicago como Milton Friedman que desde mediados de los años 50 se convirtieron en críticos opositores de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo. A finales de los años 70 sus teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. En efecto, la aplicación de los preceptos keynesianos, no sólo no creaba empleo sino que además desató una epidemia inflacionaria mundial (estanflación) y creó unos déficit presupuestarios insostenibles. La crítica de estos autores tenía tres vertientes: discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada recomendando mantener fija dicha magnitud; desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.
Estas tres innovaciones teóricas se basaban en buena parte en los trabajos de la
Escuela Austríaca, como los de Friedrich Hayek, Ludwig von Mises y Carl Menger. La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo había la mayoría de escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales.

En resumen, el término neoliberal no define una teoría económica concreta, y se usa más para refererirse al sistema o la institucionalización del liberalismo económico en el comercio mundial, tampoco el neoliberalismo es una filosofía política unificada por la diversidad de escuelas y movimientos que se le suelen relacionar. Algunos sectores críticos usan el termino neo liberalismo con frecuencia como etiqueta ideológica peyorativa; mientras que los defensores de estas políticas rechazan el neoliberalismo como una una etiqueta falaz creada por algunos sectores de izquierda y de centro (e incluso de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos, mientras prefieren definirse a sí mismos como "liberales".

Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo" no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.
En consecuencia, y como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, no se puede hablar de una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo, sino sólo de usos del término neoliberalismo en diferentes contextos.

Definición

Características invocadas de un sistema de políticas neoliberales son:
En política económica internacional: el énfasis en la libre circulación de los capitales (ya que el
libre comercio es común a todas las teorías liberales). Quienes apoyan la posición neoliberal argumentan que el libre flujo de las inversiones resultante favorece a los países pobres, que reciben aportes de capital de los países ricos. Los críticos, por el contrario, sostienen que esto multiplica dramáticamente el impacto de las crisis de confianza, culpabilizandolo de la seguidilla de debacles financieras de escala más o menos global cuyo más notable componente fue conocido como Efecto Tequila.

Etimológicamente, el término significa nuevos liberales y nace de la necesidad de diferenciar el liberalismo económico previo a la Segunda Guerra Mundial, de los surgidos durante la Guerra Fría. Algunos autores identifican al neoliberalismo con el liberalismo austríaco, que en realidad es sólo una de las escuelas liberales de nuevo cuño a las que alude el prefijo neo. La bonanza económica estadounidense de la posguerra, permitió que el liberalismo recuperara prestigio.

Liberalismo y Neo liberalismo


En aspectos teoricos, los llamados neoliberales suelen defender conceptos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, añadiendole generalmente elementos posteriores como el rol subsidiario del Estado desarrollado por los ordoliberales alemanes, el monetarismo de la Escuela de Chicago, o incluso ciertos conceptos económicos keynesianos; siendo el neoliberalismo en todos los casos, un conjunto de ideas bastante alejadas de la ortodoxia liberal del siglo XIX.
Para algunos liberales como por ejemplo los
libertarianos de izquierda, el neoliberalismo no es más que "estatismo para los ricos", sin embargo otros sectores del libertarianismo, especialmentes los clásicos, si bien son en algún nivel críticos teóricos del neoliberalismo, se han terminado acoplando a su coyuntura política.

Màxima expansión del Neoliberalismo

Pero no será hasta la década de los 90, con el desmantelamiento de la URSS, cuando, por fin, esta ideología observe su máxima expansión a lo largo de todo el globo. Las socialdemocracias europeas instaladas, hasta entonces, como contrapeso social, pero liberal a la vez, sufrirán retrocesos en el estado del bienestar una vez que la amenaza comunista ha desaparecido.


La era de la información

El siglo XXI amanece con lo que muchos analistas de mercado denominan como la
Nueva Economía. Los sociólogos lo llamarán globalización. En realidad se trata de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información (Internet, telefonía móvil, etc). El resultado es que las transacciones ya no se realizan a mano sino que todo ocurre y sucede a través de kilométricas y extensas redes de cables y satélites. Ello propicia el engaño digital, el maquillaje de las cuentas, la ocultación de las pérdidas y la ingeniería fiscal para vender falsos beneficios a los nuevos accionistas, más inexpertos e impulsivos. También es ahora más fácil la evasión de impuestos y la ocultación de capitales bajo el amparo de los nuevos paraísos fiscales. Así mismo también surgen multitud de empresas que hacen negocios enteramente por la red. Son las llamadas empresas punto com. Sus salidas a bolsa son, muchas veces espectaculares, a pesar de sus grandes pérdidas, basándose en la promesa de futuros beneficios.

Pero la globalización influye no solo en el plano económico sino también a todos los niveles. El conocimiento se difunde con mayor fluidez y las relaciones entre diferentes culturas se aceleran tendiéndose a una homogeneización de las sociedades. Las críticas surgen en las prisas de unos por globalizar el
libre mercado y la lentitud en hacer lo mismo con los derechos humanos. Desde los ámbitos más liberales se alega que los derechos humanos vienen después, una vez la sociedad entra en el libre mercado y que no hace falta, por tanto adoptar mayores medidas al respecto que coarten la libertad empresarial en esos países. La globalización del conocimiento tendrá también efectos positivos para los movimientos antiliberales ya que les permitirá, en adelante, globalizar sus protestas. Así es como surgirá paralelamente el movimiento antiglobalización.

Movimientos antiglobalización

En
Asia y América Latina se prueban experimentos desastrosos. El caso Argentino o el de Malasia y Corea son buenos ejemplos pues en todos ellos el estado se ve obligado a volver a políticas más intervencionistas para salvar sus economías interiores. A pesar de todo el retroceso social continúa hasta nuestros días. Por su parte, África sigue sumida en un mar de pobreza más profundo cada vez. Todo ello por seguir modelos económicos que pretenden parecerse al neoliberalismo, pero que distan mucho de este; puesto que el ideal de liberalismo sería un sistema totalmente libre, si acaso con una mínima intervención del estado (minarquismo). Los defensores del modelo alegan también que en estas naciones no existía uno de los requisitos fundamentales para su aplicación, la presencia de instituciones estables que garanticen un sistema jurídico fuerte y neutral que proteja la propiedad privada y el respeto por los contratos. De esta manera se evita el clientelismo político y la corrupción que impiden que el modelo económico sea realmente liberal.
Ante este panorama, muchos movimientos sociales alzaron la voz cada vez con más frecuencia. Primero había sido la crisis en
Japón, que aún perdura. Luego sufrían los Tigres Asiáticos, Argentina, Venezuela, y otros países latinoamericanos. Las críticas desde los ámbitos sociales crecían y el año 1999 en la reunión de la OMC en Seattle estalla el movimiento antiglobalización, contestatario de las reformas neoliberales. Desde dichos sectores se acusa al neoliberalismo de ser un modelo ligado a los intereses de la política estadounidense, de no tener en cuenta los derechos humanos y de empobrecer más las economías de los países del tercer mundo.
En el 2000, se produce la denominada
Guerra del agua en Cochabamba- Bolivia contra la gestión corporativa de la multinacional Bechtel. Durante el año 2001 el hundimiento de la burbuja tecnológica y los valores de empresas como Amazon o Terra se ve rematado por el atentado de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001. Wall Street cierra durante unos días, algo inaudito que paraliza buena parte de las finanzas mundiales.
El ciclo de crisis continúa hasta nuestros días con la
bancarrota de Enron y el escándalo en Arthur Andersen, la quiebra de Parmalat así como de otras empresas que habían manipulado sus cuentas para hacerse más atractivas en bolsa. Durante esos días se acuña la expresión de manzanas podridas (en inglés: bad apples) para referirse a las empresas que una tras otras van quebrando por cuentas falseadas.

Pros y contras de las propuestas económicas neoliberales

Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos e ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:
Políticas monetarias restrictivas (aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero). Con ello disminuye la inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No obstante con ello se inhibe el crecimiento económico ya que se disminuye el flujo de exportaciones y se perpetúa el nivel de deuda interna y externa denominada en monedas extranjeras. Así mismo, se evitan los llamados
ciclos del mercado.
Políticas fiscales restrictivas (aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la producción y la renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el gasto público). Con ello se supone que se incentiva la inversión, se sanean las finanzas públicas y se fortalece la efectividad del Estado. No obstante no se distingue entre los niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que otros, y se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así la demanda, si bien se busque apoyar la oferta, buscando el bienestar de toda la sociedad. Tampoco se reconoce que el gasto público es necesario, tanto para el crecimiento como para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países industrializados); para la protección de sectores vulnerables de la economía y la población; y para la estabilidad social y económica en general. Por otra parte, estas políticas no son aprobadas por muchos neoliberales, ya que el ideal liberal es que no haya estado, y por tanto, tampoco impuestos.
Liberalización. Tanto la liberalización para el comercio como para las inversiones se supone que incentivan tanto el crecimiento como la distribución de la riqueza, al permitir 1.- una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios), 2.- la generación de economías de escala (mayor productividad), 3.- el aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata, por ejemplo), 4.- el abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transportación y del proteccionismo), y 5.- el aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general aumento de la oferta y la demanda en un contexto de “libre” mercado, con situaciones de equilibrio e utilidades marginales).
Privatización. Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de riqueza.
Desregulación. Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben la actividad económica y que su reducción a un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad) propician un mayor dinamismo de los agentes económicos.

En todos los casos, los teóricos neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de la riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica permea al total de los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy ); los liberales promueven "mediante el beneficio individual, alcanzar el beneficio de toda la
sociedad".

En el caso de Bolivia


Hemos vivido en el margen de las polìticas neoliberales durante muchos años dàndonos cuenta como en otros paìses que este es el mejor modelo econòmico a seguir, como toda polìtica, contiene cosas buenas y malas. Actualmente existe una tendencia antiglobalizadora que se està tornando preocupante en latinoamèrica, tanto en Venezuela con la presidencia de Chàvez como sus repercusiones y notables influencias en nuestro actual gobierno Boliviano, esta no es la verdadera soluciòn a nuestros problemas. Ni un total retroceso y aislamiento, en el cual tenemos un claro ejemplo negativo en Cuba, como tampoco lo es la total aceptaciòn de un modelo norteamericano globalizador; tal vez la soluciòn està en mejorar errores del pasado y tomar lo mejor del modelo globalizador.